lunes, 20 de noviembre de 2017

Aprende a planificar tu tiempo con la regla 80/20



La regla del 80/20 o ley de pareto es una estrategia de administración aplicada a varias disciplinas y especialidades, entre ellas la dirección empresarial y los negocios.

Su objetivo no es otro que promover una mejor administración del tiempo que empleamos a diario en nuestras actividades laborales o profesionales (incluso individuales) y, a la vez, explicar por qué algunas personas o empresas son más productivas que otras en lo que tiene que ver con el cumplimiento de plazos.


Día a día estamos expuestos a numerosos factores que interrumpen u obstaculizan las tareas que realizamos. Y ahora, con la velocidad de los procesos y el flujo constante de información, la gestión del tiempo ha pasado de ser una necesidad a una obligación.

 ¿Cuál es el fundamento de la regla del 80/20?
La regla del 80/20 se sustenta en una afirmación relativamente sencilla:  cualquier tarea que realicemos, el 80% de los resultados o beneficios que obtenemos provienen del 20% de los esfuerzos o gastos empleados.

por ejemplo en las ventas la ley de de pareto o regla del 80/20 te dice que en cualquier estrategia que lleves a cabo, el 80% de los resultados o beneficios provienen del 20% de los esfuerzos o gastos, es decir no todo lo que haces en tu día a día "vale lo mismo", sino que algunas cosas son mas importantes que otras e impactan mayormente en los resultados de la estrategia.

Por ejemplo, si analizas tu propia actividad empresarial veras que lo que te genera el 80% de los beneficios proviene del 20% de tus acciones; y así con todo: clientes, prospecto, esto nos viene a decir básicamente que no todo lo que hacemos en una misma jornada vale lo mismo en términos de productividad. Existen elementos más valiosos que otros o cuyo impacto es mucho mayor a la hora de medir los resultados.

Sin embargo, la relación 80/20 no es algo rígido. En algunas ocasiones puede variar a valores como el 70/30 o el 90/10. En cualquier caso, lo importante es identificar las tareas con mayor incidencia en un proceso.



Aplicar la regla del 80/20 en mi negocio, ¿cómo lo hago?
Si la aplicamos a las estrategias corporativas, la regla del 80/20 puede convertirse en una buena herramienta para priorizar las tareas de los procesos: nos ayuda a identificar cuáles son las acciones en las que deberíamos realizar énfasis y cuáles tienen, por el contrario, un carácter secundario o incluso terciario.

Al mismo tiempo, jerarquizar las tareas favorece el tiempo que empleamos en cada una de ellas y hace que los procesos ganen en eficacia, agilidad y productividad.

Supongamos que sacas la lista de clientes que durante el pasado año te compraron.
Tienes por un lado una Lista de Clientes y por otro lado una listado de Ventas/Clientes.
Si analizas estos datos verás que el 80% de las ventas que se generaron en tu empresa provienen del 20% de tus clientes (impresionante, ¿verdad?). 
No tiene porqué ser exactamente 80/20, puede ser 90/10 o 70/30.
Lo que esta ley del 80 20 quiere explicarte es que no existe un equilibrio entre los parámetros, entre las causas y los efectos. El universo es Caos, lleva sus propias reglas que a veces el ser humano no entiende, pero que están ahí.


La pregunta entonces es: ¿cuáles son los pasos para aplicar la regla del 80/20 en un proyecto de gestión empresarial? ¿Qué supone hacerlo? ¿Cuáles son los beneficios más significativos que se derivan de ello? Aquí te lo contamos:

1. Desglose de acciones:

Todo empieza con un desglose de los procesos en acciones concretas. Verás que en dicha lista habrá tareas de todo tipo; no pasa nada con que sea así; lo más importante es que te asegures de que ninguna se repita.

2. Valoración de su impacto e incidencia:

Una vez tengas las acciones enumeradas, valora cuáles son las más importantes para el proceso. Esto puedes medirlo en función de parámetros como el impacto que tengan, la cantidad de recursos que requieran, la subordinación a otras tareas y, cómo no, los plazos para su ejecución.

3. Recomposición del esquema:

Lo más habitual es que descubras tareas importantes en las que antes no habías reparado y otras que, por el contrario, no tienen la relevancia que creías. Esto debe conducirte a una recomposición del esquema de trabajo. Pero ojo, no se trata de equilibrar la regla a un 50/50; la idea es priorizar ese 20% de acciones que reportan el 80% de los beneficios.

4. Soluciones e inversión:


Finalmente, el proceso termina con la aplicación de las mejoras en las tareas que lo ameriten y así obtener una mejor gestión del tiempo y de los recursos.

En resumen, al aplicarse a cualquier tema de negocio deben considerar, como el ejemplo de las ventas que no todos tus clientes son igual de importante para tu actividad o negocio.

Que los que realmente te generan tus ingresos son aquellos a los que tienes que prestar mucha atención y, por consiguiente, captar más clientes de ese tipo.

Con ello no quiero decir que el resto de los clientes no deben ser atendidos, no, más bien debes centrar tus energías en estos primeros y optimizar el tiempo que le dedicas a los que no te generan demasiados beneficios.

Espero puedas aplicarlo a tu negocio o procesos.

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